Y vos estas allá, cagandote de risa, mientras una idiota necesita paz y solo encuentra tus ojos en su cabeza, y quiere meterte bien adentro , ahí donde ni siquiera su inconsciente te recuerde, y que dejes de ser ese nudo en el estomago, ese comodín que no le sirve, esa idea que le baila y baila (como siempre le baila todo) en su cabeza, pero no puede, no quiere, no tiene fuerzas, se cansa, se aburre de intentarlo, y por supuesto, tiene miedo, miedo de intentarlo y que no vuelvas.
Pero mas miedo tiene de quedarse quieta, de no hacer nada y esperar, ese miedo la consume, porque sabe que seguís ahí adentro, creciendo poco a poco, acaparando cada una de sus alteraciones nerviosas, provocándole cosquillas en los pies y retorcijones de panza, esperando el momento justo para ser parte de ella por completo.
Y sigue teniendo miedo, y se duerme con tus ojos, y lee con tu boca, y escucha música mientras no paras de sonarle en cada nota, cada sostenido, cada silencio, de todas esas canciones, en las que ella se ahoga, esperando perderte en alguna curva, dejando siempre una parte de ella, guiándote, para que la alcanzes devuelta; encuentres el punto justo y logres meterte por decimoquinta vez dentro suyo, y con un suspiro, de esos que siempre la relajaron (y que ahora no le duran ni un segundo que necesita mas aire) cierra los ojos, y vuelve a resignarse. Se resigna por un segundo y medio a ese miedo que tiene por tener miedo, a que el propio miedo sea mas que un miedo, que a eso a lo que tanto le teme, lo este llamando con la mente, y se haga realidad.
Por que eso que tanto teme, nace de que ella nunca va a creer en ella, ella espera la cachetada, espera la caída, espera el seguir aguantando, y que todo estalle, terminar tirada en el piso , sin fuerzas para nada, ella espera mirar al cielo y ya no encontrar su estrella.
No entiende como son las cosas, ya no sabe lo que es normal, solo espera el siempre, para ella, trágico final, donde la soledad la termina envolviendo, mientras los otros, desde afuera de su cápsula, la miran sin dejar de caminar, riéndose, alejándose.
Y te juro que ahí si, en cuanto deje hasta de levantar la cabeza, afirmando que su sol se apagó, en cuanto sus miedos la terminen por envolver completamente va a dejar de hacer fuerza, va a dejar de tirar para su lado, se va a dejar llevar por la corriente mas fuerte, ya sin una pizca de su esencia, sin un pizca mas de nada, simplemente llena de vos, que ya no vas a ser vos, sino odio, resentimiento, todo eso que nunca tuvo en lo mas mínimo de su ser.
Pero eso nunca va a suceder, nunca, porque ella, es ella.
Y aunque vos estas allá, cagandote de risa (o llorando), ella se va a levantar de ese segundo y medio eterno, mareada, tambaleando, pero va a levantar su cabeza y no va dejarse llevar por ninguna realidad, ella sabe que nunca se va a resignar completamente de si misma, siempre, por más mínima que se sienta, por mas apagada que este su aura, siempre va a creer en ella, simplemente se levanta de ese segundo que la revuelve,que la detiene, que la pierde y va a seguir caminando, esperando, esperando que te vallas, agarrándote de la mano, porque es ella la que te abre la puerta, entre quejidos y llantos, es ella, porque cree, como siempre cree...
Y tiene esperanzas, ilusiones, que se traslucen en sus ojos, que cierra ante algún tropezón, y los vuelve abrir, esperando encontrarte, en carne y hueso, y si no estas, ella va a seguir, va a seguir caminando, corriendo, bailando, gritando, va a seguir torturándose con sus miedos, como lo hizo toda su vida, va a seguir. Porque así es ella.